El trastorno afectivo bipolar (TAB), también conocido como trastorno bipolar y
antiguamente como psicosis maníaco-depresiva (PMD), es el diagnóstico
psiquiátrico que
describe un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la presencia de uno
o más episodios con niveles anormalmente elevados de energía, cognición y del estado de ánimo.
Clínicamente se refleja en estados de manía o, en casos más leves, hipo manía junto con episodios concomitantes o
alternantes de depresión,
de tal manera que el afectado suele oscilar entre la alegría y
la tristeza de una manera
mucho más marcada que las personas que no padecen esta patología.
Por lo general tiene expresión por un
desequilibrio electroquímico en los neurotransmisores cerebrales. Adicionalmente,
debido a las características del trastorno bipolar, los individuos tienen más
riesgo de mortalidad por accidentes y por causas naturales como las enfermedades
cardiovasculares. A
pesar de ser considerado un trastorno crónico y con una alta morbilidad y mortalidad, una atención integral que
aborde todos los aspectos implicados: biológicos, psicológicos y sociales,
puede conseguir la remisión total de las crisis, de ahí la gran importancia de
que el diagnóstico del afectado sea correcto.
El elemento básico para el
tratamiento del trastorno bipolar es la toma de conciencia del problema, su
conocimiento por parte del afectado y sus allegados mediante una psi
coeducación adecuada que les permita hacer frente a las crisis sin temores
infundados y con las herramientas más válidas; así como prevenir las recaídas.
La terapia farmacológica personalizada, especialmente durante
las fases de desequilibrio, es otra de las claves. Benzodiacepinas, anti psicóticos y estabilizadores del ánimo son los
fármacos más utilizados.
Los patrones de cambios del estado de
ánimo pueden ser cíclicos, comenzando a menudo con una manía que termina en una
depresión profunda. En ocasiones pueden predominar los episodios maníacos o los
depresivos. Algunos de estos trastornos se denominan 'de ciclado rápido' porque
el estado de ánimo puede cambiar varias veces en un período muy breve de
tiempo. Otras veces se presenta el llamado "estado mixto", en el que
los pensamientos depresivos pueden aparecer en un episodio de manía o
viceversa.
Cuando el trastorno afectivo bipolar
se presenta en niños menores de 5 años, generalmente aparece en su forma mixta.
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